En mi cumpleaños del año 2018 me tocó visitar el acuario, es lo más cerca que he estado de peces tan grandes, seres muy diferentes a mi.
Hace ya algún tiempo leí un libro que se llamaba “La hija del mundo”. Trataba de una niña que deseaba conocer los misterios de las profundidades y al igual que ella, yo lo deseo también; así que en el acuario me acercaba mucho a los cristales e imaginaba; que seria estar ahí dentro, flotando en el liquido donde me convierto más liviana que una pluma, donde parecería fácil flotar liberarse del suelo.
A lo largo de mi vida he tenido esta fascinación con el agua y sus misterios y en esta foto me pierde dentro de ellos.